lata aceite contenedor amarillo

Es una duda recurrente en los usuarios: ¿dónde hay que tirar las latas usadas de aceite? Casi todo el mundo tiene claro que se llevan al contenedor amarillo, pero la existencia de algunos mensajes contradictorios (en los que se señala que si tienen restos de alimentos no se debería) ponen un poco de incertidumbre. Desde Auximara vamos a resolverla.

¿Las latas son el mejor packaging para el aceite?

Esta misma pregunta se la hicieron en el Instituto de la Grasa, que puede parecer inventado pero depende nada menos que del CSIC. Los especialistas en la materia determinaron que un buen packaging metálico es el mejor envase para un ingrediente tan apreciado en España como el aceite, aunque recordaron que lo mejor siempre es optar por un envase reducido porque estamos hablando de un ‘superalimento’ que no se puede dejar mucho tiempo a la espera de consumirlo (una vez abierto).
Si bien no se oponen al vidrio, resaltan que si la elección es este material, se considere la opción de elegir una botella opaca. Es decir, apostar por el mejor atributo de las latas metálicas. El objetivo no es otro que no dejar pasar la luz ni el oxígeno.

Lata aceite de oliva redonda
lata de aceite de oliva redonda

¿Las latas de aceite son reciclables?

Efectivamente, las latas de aceite son reciclables. Es uno de sus grandes beneficios. De hecho, están compuestas de materiales que regresan al ciclo de vida del producto de forma indefinida y, todavía mejor, sin perder ni un ápice de calidad. Eso sí, una lata de aceite no tiene que reciclarse obligatoriamente en otra lata de las mismas características.

¿En qué contenedor se tiran las latas de aceite?

Tal y como confirman desde Ecoembes, «todo envase metálico debe ir al contenedor amarillo». Allí se centralizan la misma tipología de envases y se pueden trasladar fácilmente a una planta de reciclado. Estas mismas fuentes nos confirmar que el aluminio se puede reciclar «infinitamente sin perder calidad» para la fabricación incluso de nuevos marcos de ventanas.

El proceso, a grandes rasgos, no es demasiado complicado: los camiones de recogida selectiva hacen su trabajo con los contenedores amarillos y, una vez en la planta de residuos, se emplean separadores electromagnéticos que «actúan como imanes» para hacer la correspondiente selección. Todo se separa adecuadamente y luego «las latas se fragmentan, se limpian y se funden». ¿El resultado? Aluminio en lingotes macizos que irán destinados a otras industrias.

¿Y el aceite usado dónde se tira?

Bueno, este asunto no tiene nada que ver con el envase que hayas elegido para el aceite, pero ya que hablamos de sostenibilidad conviene aclararlo: el aceite que se utiliza en los hogares se puede reciclar. La costumbre de finiquitar su uso en un fregadero es tremendamente peligrosa para las tuberías, alcantarillados y medio ambiente. Lo ideal es esperar a que se enfríe, guardarlo en otros recipientes y llevarlos a los puntos correspondientes de reciclado.

En Zaragoza, por ejemplo, donde en Auximara tenemos nuestra sede central, existen contenedores específicos que libran al ciudadano de tener que trasladarse a un punto limpio. En ellos se tira el aceite metido en botellas de plástico. Otras ciudades tienen los ya mencionados puntos limpios en los que incluso utilizan «sus propios envases para homogeneizar la recogida«. Más fácil es imposible.

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