A nivel general, el usuario no suele identificar el packaging metálico como tal. Lo considera como una sencilla lata a la que da su correspondiente uso y que luego desecha en el contenedor amarillo. Pero, tal y como indica el nombre, los envases metálicos también son packaging, y por eso es vital trazar una estrategia de marketing en la que el envasado tenga el necesario protagonismo, apostando por innovaciones y evoluciones que le permitan actuar como un elemento más que se comunica con el consumidor.
¿Qué objetivos generales tiene el packaging?
Dejando a un lado por un momento la diferenciación por materiales, el packaging de un producto es una de las mejores herramientas con las que cuentan actualmente las marcas para comunicarse con el consumidor. Hay que verlo como el contenedor de un producto, pero también como una superficie en la que plasmar información relevante más allá de los ingredientes. Hoy en día, para informar al comprador se pueden diseñar envases metálicos que lleven, por ejemplo, un código QR para que naveguen por una web en concreto, amplien información sobre la marca, animen a participar en alguna promoción o dando consejos sobre cómo sacar el máximo partido del producto.
Por otro lado, el packaging es también un arma de diferenciación con la competencia. Contar con un buen partner que te ayude a diseñar el que conecte bien con el público, pero que también sea ganador en un lineal, es vital. El consumidor pasa muy pocos segundos en los pasillos de los supermercados a la hora de decidir qué compra, así que las marcas tienen que apostar inexorablemente por el diseño de un envase totalmente diferenciador. Y esto, evidentemente, se puede hacer con los envases metálicos.
No olvidemos que existe el packaging premium metálico
Al potencial cliente se le conquista y retiene a través de muchos detalles, y el envase es cada más decisivo. La gente compra por lo bonito que es el ‘contenedor’ y muchos consumidores terminan desechando ciertos productos porque entienden que la envolvente no está en línea con tal adquisición. Un ejemplo perfecto que ilustra esto que acabamos de decir son las latas de aceite de oliva virgen extra: sabemos que el producto es de gran calidad, así que queremos que las latas estén a la altura. De hecho, tienen tanta importancia que las abolladas se quedan mucho tiempo en las estanterías porque nadie las quiere.
Otro aspecto que se debe tener muy en cuenta a la hora de diseñar un packaging competitivo y ganador es la provocación. El cliente está sobradamente acostumbrado a los envases de toda la vida, y se deja llevar mucho más por propuestas rompedoras y en línea con los hábitos de consumo actuales. Aunque no tiene nada que ver con la provocación, más bien con el apartado de información que ya hemos abordado, hoy en día tienen más posibilidades de ser elegidas las latas que incorporan mensajes sobre sostenibilidad o que destacan detalles que les hacen mejor que su competencia.
Nos ocupamos de la fabricación íntegra de tu packaging metálico
En Auximara disponemos de los medios necesarios para hacer de tus envases metálicos una opción ganadora. Nuestro equipo de especialistas analiza todas las cuestiones que afectan al diseño y fabricación, contando con un taller de fotomecánica en el que se gestiona todo el proceso de preimpresión. Equipado con las soluciones gráficas digitales más modernas, podemos trabajar también con litografía y barniz de cualquier especificación técnica. Con el objetivo de dar un servicio 360 completísimo, accedemos a la tecnología más avanzada a través de proveedores punteros.
Si tiene cualquier duda, solo tiene que consultarnos y nos pondremos manos a la obra para crear un packaging metálico que cumpla con todos los elementos que hemos mencionado en este artículo.
